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Artículo Los bomberos bajan a una pitón gigante de un rascacielos, con grúa Content

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Los bomberos bajan a una pitón gigante de un rascacielos, con grúa

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Varios obreros de ese edificio en construcción se llevaron un susto morrocotudo cuando se toparon con ‘el dragón’ al subir a trabajar

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11 Marzo 2018 21:45

Estamos acostumbrados a ver pitones en tierra, o enredadas entre las ramas de árboles, o incluso disfrundo de mimos en casas particulares. Lo que no es tan normal es verlas flotando en mitad del aire, a varias decenas de metros de altura, con su cuerpo colgando en vertical cabeza abajo, como si fuera un dardo lanzado desde el cielo que busca el suelo para clavarse.

Las imágenes de arriba fueron grabadas esta semana en las inmediaciones de un rascacielos en construcción en un lugar no precisado de Indonesia. Los trabajadores tuvieron que solicitar ayuda a los bomberos tras toparse con una enorme serpiente pitón que vagaba por una de las plantas superiores del edificio cómo si de la selva se tratara.

Desconocemos si llegó por su propio pie o si alguien tuvo la feliz idea de colarse en la obra para dejarla allí. Lo cierto es que trabajadores y bomberos tuvieron que emplearse a fondo para sacarla y bajarla a tierra por medio de una grúa de obra de gran tonelaje.

Si bien la imagen distorsiona un poco la realidad por la perspectiva desde donde está grabado el metraje —un teléfono móvil que graba como bajan al animal por los aires, que al principio parece una gigantesca bestia del jurásico—, lo cierto es que no deja de ser una serpiente de enorme tamaño que supera fácilmente los 4 metros.

El final del vídeo resulta algo chocante. Pasamos de la apariencia de que está todo bajo control —durante la calculada maniobra de descenso—, a unos momentos de zozobra y nervios cuando el reptil ya se encuentra en tierra, dando una impresión de desorden. Como si nadie hubiera pensando realmente qué hacer o dónde poner a la serpiente una vez bajada del edificio. Una lástima pues lo que debería ser un rescate tranquilo para enjaularlo y llevarlo a su medio natural, se convierte en un despropósito en el que uno de los obreros decide atizarle con una viga.

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