El arte es movimiento, rompedor e innovador. Y aunque normalmente arde por una mala razón, esta vez el fuego es parte de la expresión artística.
Dino Tomic, un tatuador noruego de 29 años, ha encontrado una curiosa manera de crear arte incandescente: dibujar con pólvora e incendiar el dibujo. El resultado es impresionante, pero el proceso a seguir es delicado: se necesita presionar los granos de pólvora con mucho cuidado en un papel previamente pegado a un trozo de madera que asegura que sólo la pólvora arderá. Sólo entonces se produce la magia: mechero en mano se prende fuego a la pólvora y ¡voilá! el dibujo arde, creando al mismo tiempo un espectáculo efímero y un recuerdo eterno.
“Es complicado”, comenta Dino, “porque uno tiene que tener cuidado y asegurarse de que los espacios en blanco entre la pólvora son correctos; si no, el dibujo no funciona”. Sin embargo, lo que realmente motiva a Dino a crear este insólito arte no es el proceso, sino el resultado final: “Me encanta ver al fuego arder a lo largo del papel porque siempre me emociona ver lo que queda después”.
“Pintar” con pólvora no sólo requiere de creatividad, sino de mucha paciencia también. “La pólvora es muy sensible y tengo que tener mucho cuidado cuando me muevo porque la mínima brisa de aire puede estropear las líneas”.
“La pólvora es muy sensible y tengo que tener mucho cuidado cuando me muevo porque la mínima brisa de aire puede estropear las líneas”
Dino empezó experimentando con sal y arena, y lleva doce meses trabajando con pólvora. En ese tiempo ha creado en torno a 50 piezas de arte inflamable, todas de distinto tamaño, estilo o representación. Desde el mandala gigante que podéis ver en el vídeo, hasta Anakin Skywalker. “Las creaciones son bastante complejas y puede llevar bastante tiempo terminar algunas de las piezas”. ¿El mandala gigante? Dos semanas. Aunque en general le lleva un par de días terminar sus obras.
“He experimentado con diferentes pólvoras, usando granos más pequeños o más grandes”. Aun así, la pólvora no es la última frontera de Dino, que siempre quiso romper barreras. Como podéis observar en los últimos segundos del vídeo, Dino está probando ahora con arena fluorescente. “El resultado final es fantástico porque puedes ver una imagen a la luz del día y otra imagen distinta en la oscuridad”.
“Me encanta ver al fuego arder a lo largo del papel porque siempre me emociona ver lo que queda después”
Como casi todo en este nuestro siglo XXI, Dino se ha dado a conocer gracias a Internet. “Tengo más de 500.000 de seguidores en Instagram”, comenta. En general sus seguidores adoran ver arder cualquier cosa relacionada con la cultura pop y algunos de sus vídeos superan el millón y medio de visualizaciones. Actualmente sus obras de arte ardiente están tan solicitadas que básicamente se dedica a realizar encargos.
Pese a todo y después de 12 años tatuando, Dino no piensa dejar su oficio. “Quiero seguir explorando nuevas maneras de trabajar el arte, pero seguiré siendo tatuador”.
Vídeos relacionados:
