La imaginación humana no tiene límites. Como se puede ver en este vídeo, los ingenieros han dado una vuelta de tuerca más a las técnicas de autodefensa y al camuflaje. A veces llevados de manera ilegal, pero aprovechando la habilidad de los fabricantes para disimularlas, estos artefactos se han hecho cada vez más comunes.
Hemos visto pistolas y cuchillos camuflados como bolígrafos, hebillas de cinturón, mecheros… Ahora estamos ante un aparente iPhone, que en verdad oculta una pistola de 9 milímetros, un calibre notable ya que en las modalidades camufladas o de reducidas dimensiones y capacidades suelen conformarse con tirar de un calibre 22, más pequeño y menos potente que el empleado en este pseudoteléfono.
Se trata técnicamente una variación de aquellos derringers que estamos habituados a ver en westerns y que solían atribuirse a prostitutas o cabareteras de salón del Oeste y jugadores tramposos de póker. Se suele decir que eran pistolas escasamente potentes y a veces recibían el despectivo apodo de “tiraguisantes”. Hasta “Los Simpson” se ríen de ellos en un episodio. Sin embargo, puede no ser el Magnum 44 de Harry el Sucio, pero incluso una pistola muy pequeña puede hacer agujeros lo bastante grandes como para que por ellos se escape la vida.
Este falso iPhone —que desafortunadamente no parece tener la función de teléfono— solo tiene dos disparos y ha de ser recargado a continuación. También precisa preparación previa para disparar, desplegando la culata, que oculta el gatillo y percute el arma. No es una pistola rápida ni eficiente en ese aspecto: su uso se basa en el factor sorpresa.
Su disfraz es precisamente lo que ha despertado protestas, aunque no han frenado mucho a sus fabricantes, que la han empezado a vender por menos de 400 dólares por unidad. Algunos países europeos —Bélgica, por ejemplo— ya han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que sea vendida por correo y no salten las alarmas, distribuyéndose en países dónde la prohibición es estricta.
En EEUU, se han llegado a los 33.000 fallecimientos anuales provocadas por armamento. Europa está muy lejos de esas cifras, excluyendo proporcionalmente países muy concretos, como Albania. En Estados Unidos hay 3,55 fallecidos por cada 100.000 habitantes. En la citada Albania, 5,85. Hay que intentar que estas cifras sean solo una lúgubre anécdota y que no se extienda.
Los diseñadores, Ideal Conceal (se puede traducir aproximadamente por Camuflaje Ideal), no parecen sentir excesiva preocupación por el hecho de que este camuflaje pueda incrementar el riesgo de que alguien introduzca una pistola de semejante apariencia a través de controles. Aviones, colegios, ceremonias públicas...