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Este ‘timelapse’ de la muda de piel de una tarántula es fascinante y aterrador al mismo tiempo

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Al igual que las arañas, el vídeo puede resultar repulsivo o fascinador, pero no te dejará indiferente.

Playground community

20 Agosto 2018 20:15

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Hubo tiempos más sencillos en que las mascotas domésticas se limitaban a perros, gatos o peces dorados. Hoy hay todo tipo de animales de compañía que van desde roedores de varios tipos, reptiles, cerdos vietnamitas e insectos vistosos y de gran tamaño. Incluso seres que a la inmensa mayoría de los humanos les producen una tremenda aversión —por no llamarlo miedo, para qué nos vamos a engañar— como culebras o arañas, han encontrado su nicho de fieles admiradores que los guardan en terrarios, alimentan o contemplan con arrobo y admiración tanto en cautividad como en la naturaleza.

De uno de estos amantes de los arácnidos es este vídeo que nos muestra el momento en que muda su piel una tarántula mejicana de rodillas rojas (Brachypelma smithi). A través de la técnica del timelapse, asistimos en unos asequibles veinte segundos a un proceso que dura varias horas; un momento raro, difícil de ver porque deja al animal totalmente extenuado y desamparado ante sus enemigos.

Al igual que las arañas, el vídeo puede resultar repulsivo o fascinante, pero no te dejará indiferente. Es uno de los efectos de las mascotas exóticas.

Al igual que sucede con otros animales con exoesqueleto o piel escamosa, la muda es un proceso necesario vinculado al crecimiento del animal. Como hemos mencionado, es un proceso difícil y agotador para el animal y requiere de una preparación previa que, en el caso de las arañas, puede identificarse porque un par de semanas antes entran en una fase de ayuno absoluto y en las junturas de sus patas aparecen pequeñas gotas, pierden el pelo de su cuerpo (solo en algunos casos), se envuelven en su propia tela, o yacen boca abajo como si fuesen a morir.

Es importante que los cuidadores de grandes arañas como mascotas conozcan estos síntomas y no se alarmen en exceso, o se libren del animal pensando que ha fallecido. Al contrario, es el momento de extremar cuidados, dejarles abundante agua fresca y vigilar el proceso.

Una vez realizada la muda, no deberá tocarse al animal durante varios días, incluso una semana que dará tiempo a que la nueva piel se endurezca y evitará que hagamos daño a nuestra araña sin querer.

Una de las características más notables de esta muda es que también sirve para regenerar miembros perdidos, como alguna o varias de las patas, si bien las nuevas no serán tan fuertes como las originales.

La frecuencia de la muda depende de la edad del animal, puesto que en los más jóvenes puede tener lugar cada dos o tres meses, mientras que en los adultos los machos no volverán a mudar, y las hembras lo harán una o dos veces al año, dependiendo del tipo de tarántula y otras circunstancias.

Al igual que no hemos de tocarlas hasta pasada una semana, tampoco deberemos darles de comer hasta casi veinte días después ya que podrían perder los colmillos o lesionarse tratando de huir o de capturar la presa.

Si la muda no se realiza en condiciones adecuadas, la tarántula puede llegar a perder extremidades —a veces amputándose ellas mismas los miembros que hacen peligrar el cambio— o incluso a morir. Los cuidadores expertos saben detectar los problemas e incluso intervenir utilizando la humedad y la temperatura para facilitar el proceso, confiando en que el instinto del animal ayude a que todo acabe bien.


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