Un hombre se queda literalmente pegado al asfalto por el calor

Parece que el aumento de la temperatura de la Tierra no nos afecta demasiado en nuestro día a día… hasta que el asfalto de la carretera comienza a derretirse bajo nuestros pies. No es ninguna broma pesada o una hilarante profecía de Nostradamus, es una realidad cada vez más cotidiana.

El vídeo al principio de este artículo es solo el comienzo del drama. Ocurrió a principios de julio en la provincia central de Henan, en China. Lo más sorprendente es que las autoridades confirmaron que la temperatura era de 37º que, aunque es una temperatura alta, no es de las más excesivas.

El chico se queda enganchado por sus zapatos en el asfalto pegajoso y lucha por salir de ahí, de forma que no sea con el pie descalzo, claro. Quienes graban la escena no pueden evitar reírse, pero el hombre estaba en un serio apuro.

No es la primera vez que se dan hechos así. Hace dos y tres años pudimos ver imágenes de cómo en la India los zapatos de los viandantes se quedaban pegados en un asfalto completamente derretido cuando intentaban cruzar la carretera (tal y como le pasa al protagonista del vídeo).

Incluso este año en Australia se ha derretido una carretera al norte de Queensland, barrando los coches y creando un caos monumental. La carretera sólo llevaba una semana asfaltada y no pudo resistir la ola de calor que llegó después. El mayor problema es que el asfalto caliente se pega a las ruedas y las va fundiendo poco a poco.

La cosa no acaba ahí. Este año no solo tenemos noticias de asfaltos movedizos en China o en Australia. También en Reino Unido se derriten las carreteras ¡hasta el punto de tragarse los pies de sus viandantes!

Este año una inusual ola de calor ha elevado las temperaturas hasta el punto de que el asfalto británico se tragó el pie izquierdo de un joven de 24 años en Newcastle. El joven mantuvo la calma mientras llegaban los bomberos y consiguió ahorrarse un esguince al llevar unas botas Martens.

No solo el asfalto es vulnerable a las altas temperaturas. Aprende a mirar a los lados antes de cruzar la calle, porque en México se están derritiendo ¡hasta los semáforos!

Queda plantearse si estas “olas de calor” seguirán siendo algo inusual, o si vamos a aceptar que el calor extremo es ya una cotidianidad veraniega.