Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Content
La doctora Windell Davis Boutte canta y baila enérgicamente junto a sus auxiliares en el vídeo que recoge una de sus intervenciones de abdominoplastia, compartida en las redes sociales como otras muchas de sus polémicas operaciones. ¿Quién querría ponerse en las manos de un cirujano así?
Playground community
04 Julio 2018 20:07
Lo que faltaba: las tecnologías móviles entran a los quirófanos y no para facilitar o ayudar a los profesionales médicos en su labor, sino todo lo contrario, que es convertir el operatorio en un show para miles de usuarios de las redes sociales. Desde Atlanta llega la última broma de este estilo que ha terminado con un grave e irreparable daño para una paciente.
Si te estás preguntando cómo es posible que en el transcurso de un procedimiento quirúrgico la cirujana se dedique, al mismo tiempo, a bailar y cantar, es porque no conoces aún a esta mujer tan polémica. La doctora Windell Davis Boutte —cirujana plástica especialista en dermatología— se reconoce a sí misma como una “médica de las estrellas” por sus tratamientos de piel de “última generación”. Sin embargo, fuera de ese trabajo da incluso más espectáculo que las propias famosas a las que supuestamente ofrece sus servicios.
La cirujana posa para la cámara mientras baila en la operación
Como se puede ver en esta grabación, mientras realiza una abdominoplastia a la paciente Ilcina Cornelius, que acudió a ella para adaptar su zona abdominal a su vestido de boda, la cirujana está cantando y bailando el tema Cut it, de O.T Genasis. En su biografía profesional también refleja su pasión por el jazz o la música clásica, algo que lleva a su máxima expresión dentro del quirófano.
¿Acaso no tiene tiempo en su vida para separar sus aficiones del ámbito laboral? De momento, lo único que se sabe es que ha dejado a esa paciente con unos permanentes daños cerebrales.
Según el diario The Atlanta Journal-Constitution, la mujer de 55 años experimentó una insuficiencia cardíaca tras ser intervenida en la clínica de Boutte, ubicada en Lilburn (Georgia), el pasado 16 de febrero de 2016. Unas ocho horas después de una operación que le costó alrededor de 11.000 dólares, la circunstancia que se le presentó en el corazón pudo ser sanada en un hospital, pero demasiado tarde.
Antes fue necesaria la actuación de la misma cirujana para evitar que se le infectaran las costuras abiertas. Luego de eso y la atención médica recibida, el diagnóstico fue demoledor para Cornelius: la falta de oxígeno durante el transcurso de la incidencia le había originado un perjuicio cerebral irreparable.
Inmediatamente tras el suceso, su hijo presentó una demanda contra la dermatóloga, que se sumaba así a otras cuatro resueltas (a su favor) de los últimos cuatro meses y otras cinco pendientes de ello. Mientras tanto, la doctora Boutte continúa ejerciendo su labor, a pesar de las quejas de otros pacientes.
“Fue como si Freddie Krueger me cortase el estómago”
Mitzi McFarland se sometió junto a su hermana a una liposucción invasiva tradicional y quedó horrorizada con el resultado final. La comparación con el famoso personaje de las películas de terror de la cita de arriba resulta reveladora. Igual que esta peligrosa tendencia que están protagonizando ya varios profesionales médicos con la publicación de vídeos o fotos en Internet mientras están en quirófano.
Bromas con 'emojis', frases burlonas y otros actos que ponen la lupa sobre la ética o moral de los sanitarios, al mismo tiempo que se vulnera la intimidad de los pacientes.
share