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Culture
"Nos tratan como monos. Y cuando se dan cuenta que los monos saben álgebra, entonces se quieren deshacer de ellos"
24 Mayo 2017 12:14
No es nada nuevo. La industria del cine también reproduce actitudes y comportamientos machistas. En los últimos años muchas actrices han alzado la voz en contra de la desigualdad salarial, la discriminación, el tipo de papeles o roles que ocupan las mujeres en la industria o las diferencias de edad entre hombres y mujeres a la hora de optar a determinados papeles.
Según el informe The Celluloid Ceiling, en 2015, las mujeres tan solo representaban un 19% de todos los directoras, guionistas o productoras en Hollywood.
La última en sumarse a esta crítica ha sido la actriz Salma Hayek, en el marco del festival de Cannes. La actriz se refirió a la cultura “macho” que domina Hollywood y defendió que cuando los productores se encuentran con una mujer que además de guapa, es lista, “entonces pierden interés”.
“Si se dan cuenta que eres bella e inteligente, su ira realmente se multiplica”, explicó la actriz. “Es como que ellos dicen 'oh, consígueme un mono' [en referencia a las mujeres] y cuando se dan cuenta que pueden hablar, creen que podrán sacar dinero (...) Pero cuando también se dan cuenta que saben algebra, entonces prefieren deshacerse del mono”, critica.
“Es como una fuerza natural que tratan de suprimir”, argumenta.
La intérprete Mila Kunis denunció hace poco que un productor de una película le había amenazado con no volver a trabajar en Hollywood si no aparecía semidesnuda en la portada de una revista masculina.
Jennifer Lawrence vía Wikimedia Commons
La actriz, de origen ucraniano, ha reconocido en varias ocasiones haberse sentido “marginada, discriminada y creativamente ignorada”. Hace un par de años fundó la productora Orchard Farm Productions para promover proyectos liderados por mujeres y romper precisamente con esa “cultura macho” que denunciaba Hayek más arriba.
Otra actriz que ha hablado sin pelos en la lengua sobre el machismo lacerante en la meca del cine es Jennifer Lawrence. En octubre de hace un par de años denunció en una carta abierta estar “agotada de tener que negociar constantemente por conseguir los mismos honorarios que sus compañeros hombres para las películas”.
La brecha salarial es, de hecho, uno de los síntomas más claro de la desigualdad en Hollywood: las listas de profesionales más rentables están lideradas por mujeres. Cobran menos, pero sus películas recaudan igual o más éxito que las películas protagonizadas por hombres. Según la revista Forbes, los actores pueden llegar a cobrar casi el triple más que las actrices por papeles similares.
Lawrence se enteró, tras los escándalos de Sony, que ella había percibido mucho menos dinero que sus compañeros de reparto, Bradley Cooper y Christian Bale, por su papel en La gran estafa americana. También lo denunció abiertamente en la newsletter de Lena Dunham.
Kristen Stewart, Jessica Lange, Rooney Mara o Nicole Kidman también han criticado el machismo latente en esta industria que, pese a que está cambiando poco a poco, aún sigue utilizando a la mujer como reclamo sexual, para atraer al público o para acompañar al protagonista.
Por suerte, cada vez son más las actrices que se atreven a denunciar abiertamente. Las redes sociales también han sido un buen catalizador para denunciar las injusticas diarias a las que se enfrentan en su profesión. Lo que antes quedaba en una sensación, ahora se socializa a través de las redes sociales, donde encuentran la complicidad y solidaridad de colegas de profesión y destapan las vergüenzas de productores, directores, distribuidoras...
Dentro de unos años, parece que todos los monos sabrán álgebra.
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