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Culture
“Yo no me identifico con los chicos que se describen en los artículos como adictos a la tecnología, narcisistas y fans de Justin Bieber”
25 Abril 2017 16:51
Piensa en tu primo, el más mayor, el que tiene 35 años, está casado, hipotecado y con dos hijos y trabaja en una multinacional. Ahora piensa en ti (o peor: en tu prima más pequeña), no tenéis nada en común. Pero a ojos de los demógrafos sois lo mismo: millennials, es decir, personas que nacieron entre 1982 y los 2000.
Y sois lo mismo, pero no.
“Yo no me identifico con los chicos que se describen en los artículos como adictos a la tecnología, narcisistas y fans de Justin Bieber”, escribió la columnista Juliet Lapidos para el The New York Times. Ella ronda los 35 años. Al igual que ella, otros tantos millennials veteranos han ido apareciendo para alzar la mano y decir “eh, yo tampoco”.
Para que te sitúes: Oliver y Benji o Pokemon. Sega o Playstation. Candy o Las Supernenas. E. T o Crepúsculo. Casete o iPod. MySpace o Facebook. Twitter o Snapchat. Estás en un bando o estás en el otro.
“Los Viejos Millennials, así los llamaré a partir de ahora, vivimos de forma sustancialmente distinta a la de los Jóvenes Millennials”, relata otro columnista del New York Mag. Según su clasificación, el “viejo millennial” es aquel que ronda ahora los treinta, o sea, los nacidos en 1988 o en años anteriores.
Imagen vía Getty
Su clasificación tiene bastante sentido y se acoge a estos dos factores: la relación con la tecnología y la crisis financiera del 2008.
Tecnología. Pregúntate a qué edad tuviste tu primer teléfono móvil y entenderás bastantes cosas. Si eres Viejo Millennial quizás lo tuviste a los 18 o 19. Si eres Joven Millennial, igual a los 12 e incluso a los 10.
“Yo tuiteo mucho, eso sí. Pero nunca he subido nada a Instagram y solo de pensar cómo se utiliza Snapchat me da ganas de dormir. También me siento mal cuando hace mucho tiempo que no escucho la voz de un amigo por teléfono”, relata el columnista. Él no se reconoce para nada como un obsesionado de la tecnología.
Otro factor importante, quizás el que más: la crisis financiera del 2008. “Yo crecí y fui educado durante un periodo en el que nos prometieron que si seguía ciertas normas, encontrarías un trabajo a los 20 o así. Y en cierto modo ha sido así”, subraya el columnista del New York Mag. Los viejos millennials tienen mayor tendencia a seguir una trayectoria profesional tradicional y están casándose y teniendo hijos.
Para los otros, que empezaron a estudiar con un sistema financiero a punto de caer o directamente fallido, las expectativas laborales son bastante más negras. "Contratos de prácticas sin pagar y salto de trabajo en trabajo (en inglés hasta se han inventado un término para esto: la generación de los job-hoppers)".
La polémica está clara: después de usar tanto la etiqueta de millennial (comúnmente socorrida, además, para tachar al millennial de narcisita, egoísta, inutil o vividor...), normal que una parte quiera matizar algunas cosas o directamente saltar del barco... Los viejos se han cansado y tienen cosas que decir.
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