Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Food
En solo dos semanas, las manos de este regatista de 33 años han experimentado un cambio radical tras perder la batalla contra el agua y el hielo
04 Septiembre 2017 10:50
Casi todos nos hemos sorprendido alguna vez con el aspecto de nuestras manos tras pasar un rato largo en el agua. Avejentadas, con el pellejo flojo, como pasas en descomposición. La mayoría de nosotros nos hemos asustado con ese efecto de nuestra piel, pero nadie al nivel del doble medallista olímpico Alex Gregory.
El británico compartió en las redes sociales una foto de sus manos después de participar en una expedición por el Ártico con fines benéficos. Expedición que, según dijo, le hará valorar las cosas pequeñas de la vida.
“Una foto de mis manos después de pasar tanto tiempo con guantes húmedos. Aunque las ampollas no me han molestado demasiado, la humedad sí que se filtraba en la piel. ¡Ha sido una gran experiencia! Estoy muy contento de haber sido parte de @thepolarrow, pero me apetece mucho volver a casa…”, explica en Instagram
Alex, que ganó el oro en remo en las olimpiadas de 2012 y 2016, comenzó este desafío hace un mes y medio, pero ha tenido que abandonarlo porque las condiciones climatológicas son demasiado extremas.
Su tripulación, que viajaba en una embarcación de fibra de vidrio, se vio obligada a parar en la pequeña isla de Jan Mayen, a sólo 340 millas de su destino en Islandia.
La tripulación, que soportó temperaturas heladas y la humedad constante de estar casi siempre en remojo a bordo de su barco de fibra de vidrio, se vió obligada a parar en la pequeña isla de Jan Mayen, a sólo 340 millas de su destino en Islandia. Allí, cuatro de los remeros (incluyendo a Gregory) se negaron a continuar, mientras que sólo el patrón islandés y un tripulante norteamericano estuvieron dispuestos a continuar con la travesía.
Así lo explicó: “En ocasiones pensé que nunca volvería a ver tierra, a mi familia y todo lo demás. En realidad es una decisión fácil, porque quiero llegar a casa para estar con mis seres queridos; mis tres hijos pequeños necesitan un padre. También necesitan que su padre sea valiente, aventurero y ambicioso pero, sobre todo, que no tome riesgos innecesarios”.
De esta manera, el regatista a emprendido el camino de vuelta a la normalidad, como también lo ha hecho su piel:
Tras el éxito cosechado por la foto de sus manos, Alex ha colgado una nueva imagen en la que explica: "Han pasado dos semanas desde que desembarcamos y las manos ya están bien. Tras secarse, volvieron rápidamente a la normalidad. ¡La piel es una cosa asombrosa!".
share