PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo ¿De verdad la dimisión de Mugabe significa un cambio real en Zimbabue? Now

Now

¿De verdad la dimisión de Mugabe significa un cambio real en Zimbabue?

H

 

Esto es lo que espera al país africano ahora que la era de Mugabe ha llegado a su fin tras casi 4 décadas de poder. Créditos: Getty Images.

silvia laboreo

22 Noviembre 2017 14:14

“Solo Dios, que me nombró, me va a quitar. Solo Dios puede despedirme”. Robert Mugabe no se podía imaginar que una de sus míticas bravuconadas iba a terminar volviéndose en su contra. Tras 37 años ejerciendo un poder autocrático que ha llevado a la ruina a su país, el presidente de Zimbabue presentó ayer su carta de dimisión.

La misiva, leída por el presidente del Parlamento, Jacob Mudenda, maquillaba como voluntaria una renuncia propiciada por los acontecimientos del último mes. “Mi decisión de dimitir es voluntaria. Está motivada por mi preocupación por el bienestar del pueblo zimbabuense y mi deseo de permitir una transición, pacífica y no violenta que garantice la seguridad nacional, la paz y la estabilidad”.

El júbilo, las banderas, los gritos, bailes y canciones, los bocinazos y las caras de ilusión de los zimbabuenses tras la dimisión se mezclaban con la incertidumbre acerca del futuro que le espera a un país devastado por la crisis que solo ha conocido a un líder desde su independencia. Estas son algunas de las claves para entender el fin de la era Mugabe.

Qué ha sucedido:

La olla a presión en la que se había convertido la actualidad política de Zimbabue explotó por fin el pasado miércoles. Las cabeceras de los principales medios de comunicación anunciaban que el ejército había tomado el control del país. Aunque los militares negaron en todo momento que se tratase de un golpe de Estado, Mugabe pasó a un régimen de arresto domiciliario y las fuerzas armadas ocuparon las principales instituciones del país. A lo largo de la semana, las protestas de los ciudadanos de Zimbabue se sucedieron y arreció la presión política para que Mugabe dimitiera. El domingo, el hasta ahora presidente, explicó en un discurso televisado que no iba a dimitir. Ayer martes, justo cuando el Parlamento debatía si someterlo a un impeachment, Mugabe anunció que se iba.

Cómo hemos llegado hasta aquí:

Hay varias razones que explican por qué Mugabe ha dejado el poder tras casi cuatro décadas aferrado a él. Por un lado, la fractura dentro de su propio partido que llevó a la destitución de su mano derecha y vicepresidente Emmerson Mnangagwa. Por el otro, una grave crisis económica, social y de derechos humanos que había sumido al país en la miseria. El PIB zimbabuense se redujo a la mitad entre los años 2000 y 2008, la tasa de desempleo aumentó al 90% y la industria y agricultura colapsaron. Todo ello ha provocado que, actualmente, el 74% de los 16 millones de habitantes de Zimbabue viva con menos de 5,5 dólares al día.

Quién gobernará ahora:

Tras la renuncia epistolar de Mugabe (un movimiento que beneficia a los militares detrás de su caída ya que presentan la renuncia como una transferencia constitucional), se espera que el vicepresidente Emmerson Mnangagwa se convierta en el nuevo jefe de Estado interino. Al menos hasta que se celebren las elecciones generales programadas para el verano de 2018.

¿Es eso bueno para Zimbabue?:

No demasiado. Mnangagwa tiene 75 años, es un incondicional del Zanu-PF y ha pertenecido toda su vida al círculo más cercano de Mugabe. Compañeros en la revolución, la mano derecha de Mugabe ha sido acusado de corrupción y abusos humanos incluso al mismo nivel que el ya ex presidente. Entre sus mayores “logros”, se cree que fue el ideólogo de la represión de miles de miembros de la etnia ndebele en los 80 y de la ola de violencia institucional que asoló el país en 2008.

Mugabe

Qué pasará con Mugabe:

Por el momento, el político zimbabuense se encuentra bajo arresto domiciliario y todavía no se sabe qué garantías y beneficios habría recibido a cambio de su renuncia. No conocemos si él y su familia tienen la inmunidad, si se les permitirá vivir en el país o conservar sus posesiones. Lo que sí parece claro es que nadie de su familia, ni su esposa Grace, desaparecida de los focos desde el miércoles pasado, pretenden presentarse a las elecciones de 2018.

¿Qué hay de la oposición?

Una de las imágenes que nos dejó ayer la renuncia del presidente Mugabe fue la de los abrazos y apretones de mano entre miembros del Zanu-PF y del Movimiento para el Cambio Democrático, principal partido opositor. Según News24, el Movimiento para el Cambio Democrático describió la renuncia del ex presidente como un “nuevo comienzo para todos en el país”. "Se supone que se llevarán a cabo elecciones libres, justas y democráticas en junio o julio del próximo año. Esperamos que podamos cumplir con ese mandato. Entonces deberíamos ser capaces de introducir un gobierno democrático", añadió. Sin embargo, el partido no es lo suficiente fuerte y según informa Deutsche Welle, en los últimos tiempos ha sufrido una fuerte crisis interna.

¿Cómo influirá esto en el resto de regímenes del continente?

El acuerdo pacífico entre Mugabe y la facción de su partido podría llevar a otros líderes a marcharse de forma pacífica, con las ventajas económicas y personales que eso conllevaría, claro: no juicios, protección para sus familias y el mantenimiento de su riqueza.

El futuro para Zimbabue:

El país está al borde del colapso, y si el nuevo líder quiere evitar un nuevo golpe de estado, deberá solucionar la crisis económica. “Si ocurre el colapso económico, los militares no recibirán sueldo y tendrán la posibilidad de otro golpe. Se necesita hacer mucho y hacerlo muy rápido”, explicaba el analista del Instituto de Estudios de Seguridad de Pretoria, Derek Matyszak, en una entrevista con AFP.

El resumen:

Que Mugabe haya dejado de ser presidente no quiere decir necesariamente que se vaya a producir un cambio real, sino un lavado de cara a un gobierno autocrático encarnado en la figura de un dictador anciano. Mugabe ha pactado su retirada, en un trato del que sale beneficiado. Se colocará de jefe de Estado interino a uno de sus hombres, el sistema se mantendrá al menos hasta las elecciones y los militares quedan legitimados ante el pueblo.

share