Acaban de revelar que los primeros británicos tenían los ojos azules y eran negros

Los primeros británicos fueron negros. Todos los discursos sobre la supremacía de la raza blanca acaban de desplomarse. El análisis del genoma del esqueleto humano de 10.000 años de antigüedad desvela que su piel era oscura, tenía los ojos azules y el cabello rizado.

Conocido como hombre de Cheddar, el esqueleto se encontró en 1903 en una cueva de piedra caliza de Gough en Somerset, al suroeste de Inglaterra. Al principio se supuso que el hombre de Cheddar, el fósil más antiguo desenterrado en el país, era blanco.

Pero el descubrimiento realizado por la University College de Londres (UCL) y el Museo de Historia Natural apunta a que los genes de la piel pálida se generalizaron en la población mucho más tarde, posiblemente debido a un cambio de dieta y la llegada de la agricultura que hizo que la gente obtuviera más vitamina D a través del sol y menos del pescado azul. La piel más pálida es la que absorbe más luz solar. Todas las personas de ascendencia británica son descendientes de las poblaciones de Cheddar.

Para obtener unos pocos miligramos de polvo de hueso, los científicos perforaron un agujero de dos milímetros de diámetro en el cráneo del esqueleto. La muestra permitió extraer el genoma completo que arrojaba luz sobre su rostro y estilo de vida.

Esquelo del hombre de Cheddar. Fuente: London Natural History Museum

Los antepasados del hombre de Cheddar abandonaron África para trasladarse a Oriente Medio. De allí, su rama de parientes se movió hacia Europa y una comunidad llegó a Gran Bretaña a través de la masa de tierra antigua que conectaba con Europa durante y después de la última Edad de Hielo.

La nueva reconstrucción forense dibuja al hombre de Cheddar como un individuo de una estatura de 165 centímetros, 63 kilos, que era un cazador-recolector que murió a los ventipocos años. Y que su color de piel, pese a quien le pese, era oscura.