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Fuimos a un bastión del oficialismo en Venezuela para saber qué dicen ellos de la crisis.
24 Julio 2017 06:00
Fotos de Héctor Estepa
Un mural que representa la Última Cena da la bienvenida al territorio del colectivo chavista ‘Alexis Vive’. Los apóstoles no son Juan, ni Tomás, ni Judas, sino Lenin, Marx y Mao. Jesucristo no tiene el pelo largo ni los ojos verdes. “Le hemos representado con rasgos indígenas, como somos nosotros. ¿Por qué Jesús tiene que ser blanco? Él fue el primer revolucionario”, explica Jefferson González, alias “cucaracha”, la persona encargada de mostrar a PlayGround el trabajo de su comunidad.
El colectivo ‘Alexis Vive’ Controla una parte del barrio 23 de enero de Caracas, considerado un bastión oficialista. Hemos visitado la zona para mostrar el punto de vista chavista de la crisis venezolana.
Antes de que Hugo Chávez llegase al poder, hace 18 años, la barriada era considerada como el ‘supermercado’ de la droga capitalino, relata González. “Aquí mismo podías ver a una decena de chamos vendiendo de todo”, explica señalando un lugar donde ahora el colectivo ha construido unas fuentes decorativas a modo de cascadas.
—“Puede haber gente con armas aquí, pero que salga un loco con un arma ¿Ya es un colectivo? Nosotros no vamos a decir que existen colectivos armados para atacar a la derecha. Eso es falso.”
“Ahora ya no existe. Por esta zona se puede caminar tranquilamente”, dice, mientras se dirige a la rencauchadora que el colectivo ha creado en la comuna 'El Panal 2021' para los jóvenes que aún buscan una vida fácil.
“Nos dimos cuenta de que les teníamos que dar ocupación si queríamos que se alejasen de la distribución de narcóticos”, comenta “cucaracha”.
Un ‘colectivo’ es básicamente una comuna. “Esta es la realidad que hemos construido, con errores y aciertos. El Estado comunal significa desprenderse de todo lo que supone Estado burgués y avanzar de manera organizada, autogestionándonos, y acabando con toda la burocracia”, explica Andrés Sabariego, uno de los ‘portavoces principales’ de la comuna, aunque insiste en que todos los miembros son iguales y no hay jefes en la agrupación.
Colectivos armados
Los colectivos han tomado especial relevancia en las revueltas venezolanas de los últimos meses. La oposición los considera “paramilitares” armados que han causado muertos en sus filas.
La Fiscal General, Luisa Ortega, chavista crítica con el presidente Nicolás Maduro, los define como “grupos civiles armados al margen de la Ley”.
Integrarían las filas de los moteros vestidos de negro, encapuchados y armados que recorren las calles de las ciudades de Venezuela, mostrando y disparando armas, cuando hay protestas opositoras.
En el colectivo ‘Alexis Vive’ niegan la mayor. “Forma parte de la guerra mediática”, justifica González. Cree que la oposición podría estar consiguiendo a gente que dispare a sus propios manifestantes para acusar a los colectivos de causar muertos.
—Antes de que Hugo Chávez llegase al poder, hace 18 años, la barriada era considerada como el ‘supermercado’ de la droga capitalino, relata González. “Aquí mismo podías ver a una decena de chamos vendiendo de todo.”
“Los medios de comunicación que quieren satanizar el trabajo que estamos haciendo nos ven como eso”, dice José Lugo, otro portavoz del colectivo. Para él, todo es un montaje de los aparatos comunicativos opositores.
“Puede haber gente con armas aquí, pero que salga un loco con un arma ¿Ya es un colectivo? Nosotros no vamos a decir que existen colectivos armados para atacar a la derecha. Eso es falso”, asegura, por su parte, Sabariego.
Otros líderes del 23 de enero sí han admitido la existencia de grupos con armas en el barrio y la posibilidad, no materializada, según ellos, de utilizarlas para defender la revolución.
Un barrio ¿chavista?
El 85% de los habitantes dentro del radio de acción del colectivo participa en las actividades de la comuna ‘El Panal 2021’ del ‘Alexis Vive’, según sus responsables.
“También hay opositores que ven con buenos ojos el trabajo que estamos haciendo y hace parte de los grupos productivos”, señala González, mientras atiende la queja de una vecina que le informa de un posible caso de ‘bachaqueo’ (gente que para sobrevivir se dedica al comercio informal y en negro de productos escasos) en la panadería local. “Es vigilancia revolucionaria”, dice, tras registrar el dato de la señora.
Los responsables del colectivo creen que el 80% del 23 de enero sigue siendo chavista. No es, sin embargo, lo que dicen los números. La oposición ganó las elecciones legislativas del 2015. “Fue un voto de castigo”, explican en la comuna. La derecha, dicen, obligó a la gente a votar —o a abstenerse— pensando con el estómago, y no con la cabeza.
—“Le hemos representado con rasgos indígenas, como somos nosotros. ¿Por qué Jesús tiene que ser blanco? Él fue el primer revolucionario.”
Porque en el ‘Alexis Vive’ están convencidos de que en Venezuela existe una guerra económica impulsada la oposición para presionar al Gobierno. “Cuando tú ves que no hay harina de maíz de marcas venezolanas en este país, pero sí las puedes encontrar en Colombia, te das cuenta de que son los empresarios quienes están creando esa situación. Golpean al pueblo donde más le duele”, comenta Lugo.
Cree que la crisis económica es algo positivo: “Nos va a permitir conformar un nuevo estado productivo. Vamos a dar un salto hacia un nuevo modelo económico cuando la gente comprenda que podemos producir desde nuestro propio espacio”.
Autogestión
El colectivo está haciendo frente a la escasez de alimentos plantando sus propios vegetales. En la linde de su territorio hay un terreno agrario donde se produce maíz, yuca y plátano, entre otros.
“Nosotros lo que decimos a quien se queja porque no tiene ciertos alimentos, es que lo pueden producir ellos mismos, como estamos demostrando aquí”, dice González, mientras se dirige hacia una zona, Santa Rosa, rehabilitada por los miembros del colectivo.
“Antes esta era una zona muy deprimida. Las casas estaban en muy mal estado. Nosotros hemos rehabilitado los edificios, y hemos construido nuevas viviendas, mediante una brigada de constructores. Cada uno colabora con lo que mejor sabe hacer”, subraya, mientras señala un coqueto edificio de cuatro pisos creado por la comunidad.
—“Para la oposición nosotros somos el lumpen. Los delincuentes. Los negros, los desdentados. Porque para ellos esto no debería existir. Antes de Chávez nosotros éramos los que protestábamos. Pero protestábamos porque no teníamos agua, ni luz, ni electricidad. Y los transportes más malos eran los de por aquí.”
El ‘Alexis Vive’ también cuenta con una panadería, con la que pretenden dar respuesta a la escasez de pan que existe en la zona. “Las materias primas son garantizadas a través del programa Misión y Trabajo del Gobierno”, explica su responsable.
Junto a ella se encuentra una empresa textil comunitaria, organizada de forma asamblearia y donde todos los miembros tienen el mismo rango. Crean ropa deportiva, mochilas para que los niños las lleven al colegio, uniformes escolares y prensas comunes.
La comuna ha creado incluso su propia moneda, ‘El Panal’, almacenada en un banco colectivo, con una tasa de cambio fijo con respecto al bolívar oficial.
—Los responsables del colectivo creen que el 80% del 23 de enero sigue siendo chavista. No es, sin embargo, lo que dicen los números. La oposición ganó las elecciones legislativas del 2015.
“Cada organización socioproductiva genera un beneficio económico que va a una reinversión social, dirigida al banco. A final de año nos reunimos en asambleas y decidimos hacia dónde va a ese recurso, bien sea hacia un alumbrado, hacia una escuela, o hacia un mejoramiento del espacio”, abunda Sabariego.
La comuna es “una burburja”, como dicen sus responsables. El valor de productos y servicios está controlado y son más bajos en la zona que en el resto de Caracas, donde los precios están disparados debido a la inflación.
Guerra de clases
Los chavistas del 23 de enero creen que lo que se está dando en Venezuela es una guerra de clases. “Si te pones a ver, los que están protestando son de clase media, y media alta, que para mí son unos idiotas. Ellos se creen burgueses y capitalistas. Pero un carajo asalariado no puede ser ni burgués ni capitalista. No deja de ser una persona que depende de otro para poder subsistir”, piensa Lugo.
“Para la oposición nosotros somos el lumpen. Los delincuentes. Los negros, los desdentados. Porque para ellos esto no debería existir. Antes de Chávez nosotros éramos los que protestábamos. Pero protestábamos porque no teníamos agua, ni luz, ni electricidad. Y los transportes más malos eran los de por aquí”, añade.
—“Tenemos un presidente que tiene demasiada conciencia de paz. Si diera la orden al pueblo chavista de salir, aquí habría una guerra, que es lo que está buscando la oposición. (...) Si gana la oposición unas elecciones, que no piensen que van a venir a arruinar este trabajo. Nosotros lo vamos a defender hasta las últimas consecuencias”.
Tiene una crítica para el Gobierno. Cree que debería actuar: “Tenemos un presidente que tiene demasiada conciencia de paz. Si diera la orden al pueblo chavista de salir, aquí habría una guerra, que es lo que está buscando la oposición”.
Están dispuestos a defender las comunas cueste lo que cueste. “Mira lo que pone ahí”, dice Sabariego al final de la visita, señalando una pintada en uno de los bloques. “Patria o muerte”, puede leerse.
“Si gana la oposición unas elecciones, que no piensen que van a venir a arruinar este trabajo. Nosotros lo vamos a defender hasta las últimas consecuencias”, dice convencido. La comuna, para él, es irrenunciable.
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