A Joey Dorsey le echaron por criticar a los servicios médicos del club y ahora tendrán que pagarle 1,5 millones de euros
A la sección de baloncesto del Barça se le está viniendo el mundo encima en menos de dos semanas. Tras acumular cinco derrotas consecutivas después de un gran inicio de temporada, ahora el club está implicado en un conflicto de derechos laborales.
Tal y como ha determinado el juzgado de lo social número 26 de Barcelona, el Barça tendrá que readmitir a Joey Dorsey, o bien pagarle la totalidad de su contrato.
Los blaugranas despidieron al pívot estadounidense el pasado mes de enero por criticar a los servicios médicos del club.
Todo empezó porque su entrenador por aquel entonces, Georgios Bartzokas, le pegó un palo descomunal en rueda de prensa, proclamando a los cuatro vientos que Dorsey no estaba en buena forma física. Aquellas declaraciones hirieron mucho al americano -su juego se basa en la potencia física- y decidió publicar un mensaje en su cuenta de Instagram:
"El año pasado sufrí una distensión de casi todos los ligamentos del tobillo jugando en el 'Top 8' ante el Lokomotiv. El doctor del equipo me dijo que solo era un mal esguince. Me presionaron para volver e intentar jugar", escribió.
Los juzgados a los que Dorsey acudió asesorado por la Asociación de Baloncestistas Profesionales le ha acabado dando la razón. Considera que el despido es improcedente, y obliga al Barça a readmitir al jugador en su plantilla o a pagarle una cantidad cercana a los 1,5 millones de euros en varios conceptos: la parte del contrato del pasado curso, lo que tenía firmado para esta temporada y 25.000 euros de indemnización por daños morales.
Ahora la pelota está en el tejado de Can Barça. Si optan por readmitirle, Dorsey podría vivir una situación similar a la de Tyrese Rice, que está apartado del primer equipo y solo entrena con el filial.
"Whaaaaat? Enserio??", respondió en Twitter a José Ignacio Huguet, que fue el primero en filtrar la noticia.
En verano le dijeron a Rice que no le querían y que se buscara equipo, pero no ha encontrado ninguno quiere pagarle una cantidad tan alta como la que firmó con el Barça, por lo que ha preferido quedarse en el club con el que tiene contrato en vigor hasta que le llegue alguna oferta suculenta, aunque solo entrene con el filial.
Habrá que ver si el Barça está dispuesto a tener a dos estadounidenses a precio de oro completando ejercicios con un equipo de canteranos.
