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Artículo 11 consejos de escritura de un autor de best-sellers Alfaguara

Alfaguara

11 consejos de escritura de un autor de best-sellers

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¿Qué amante de la literatura no ha soñado alguna vez con escribir un best-seller antes de los 27 años? De la mano de Alfaguara, te contamos los trucos que siguió Joël Dicker que le catapultaron hacia el éxito

Cristina Tosca

04 Enero 2019 13:14

Pongámonos un poco en contexto. Joël Dicker (1985) es el escritor suizo que probablemente conozcas -o seguramente te suene- por ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’, la novela que le hizo famoso (y cuya adaptación televisiva se pudo ver en pantallas a finales del año pasado en formato serie de 10 capítulos).

El primer thriller de Dicker, 'El Tigre' (2005), es un relato que desconcertó al jurado de un concurso de literatura juvenil.

Con tan solo 27 años, su libro se tradujo a 33 idiomas y se vendieron millones de ejemplares. Después vinieron ‘El libro de los Baltimore’ y, su último lanzamiento, ‘La desaparición de Stéphanie Mailer’, también consideradas dos obras ‘vuelapáginas’*.

*En serio, cualquiera se sorprendería si hiciese la división entre la cantidad de páginas de sus libros y el tiempo récord en el que seguro que se los lee; son puramente adictivos.

¿Pero a qué se debe el éxito de las novelas de este joven autor? En este artículo, resumo las lecciones sobre escritura (bueno, de escritura y de la vida en general) que aprendí gracias a Dicker y a su aclamado personaje, Harry Quebert:

1. Las leyendas de Hollywood déjatelas allí: en Hollywood.

«Los escritores que se pasan la noche escribiendo, enfermos de cafeína y fumando tabaco de liar, son un mito. [...] Debe ser disciplinado. [...] Hay horarios que respetar, ejercicios que repetir. Conservar el ritmo, ser tenaz y respetar un orden impecable en sus asuntos: esos son los tres cancerberos que le protegerán del peor enemigo de los escritores. [...] El plazo.»

2. Trata a un libro como al boxeo. Y ten en cuenta que puede ser más doloroso que un derechazo en la mandíbula.

«Escribir y boxear se parecen tanto… Uno se pone en guardia, decide lanzarse a la batalla, levanta los puños y se enfrenta al adversario. Con un libro es más o menos lo mismo. Un libro es una batalla.»

'Los últimos días de nuestros padres' (2012) fue la primera novela de Dicker, ganadora también del Premio de los Escritores Ginebrinos.

3. Ten siempre presente la importancia de un buen gancho (aunque sea la lección más básica que te dieron en lengua castellana de primero de primaria).

«El primer capítulo, [...] es esencial. Si a los lectores no les gusta, no leerán el resto del libro.»

4. Ojito con el ego.

«Las palabras están bien. [...] Pero no escriba para que le lean: escriba para ser escuchado.»

5. Y ojito también con la propia privacidad.

«Publicar significa que lo que ha escrito usted en compañía de la soledad se escapa de pronto de sus manos y desaparece entre la gente. Es un momento muy peligroso: debe usted conservar el control de la situación en todo momento.»

Muchos consideran ya a 'La verdad sobre el caso Harry Quebert' (2012) como el mayor fenómeno editorial mundial de los últimos años.

6. Escribir implica saber y sentir más que el resto, hasta el punto que duela.

«- ¿Cómo se transmiten emociones que no se han vivido?

- Ese es precisamente su trabajo como escritor. Escribir significa que es usted capaz de sentir mejor que los demás y transmitirlo después. Escribir es permitir a sus lectores ver lo que a veces no pueden ver. Si solo los huérfanos contasen historias de huérfanos, no llegaríamos a ninguna parte. [...] Y si todos los escritores debieran limitarse a sí mismos, la literatura sería espantosamente triste y perdería todo su sentido.»

«Si los escritores son seres tan frágiles es porque pueden conocer dos clases de dolor afectivo, es decir, el doble que los seres humanos normales: las penas del amor y las penas de libro. Escribir un libro es como amar a alguien: puede ser muy doloroso.»

7. Escribir sobre gente que conoces puede salirte muy pero que muy caro. Así que mejor no lo hagas.

«- ¿Y los personajes? ¿En quién se inspira para los personajes?

- En todo el mundo. Un amigo, la mujer de la limpieza, el empleado de la ventanilla del banco. Pero cuidado: no son las personas mismas las que inspiran, sino sus acciones. Su forma de actuar es lo que hace pensar que podrían ser personajes de una novela. Los escritores que dicen que no se inspiran en nadie mienten, pero hacen bien en hacerlo: así se ahorran un montón de problemas. [...] La única regla es no citarlos directamente. Nunca por su nombre: es una puerta abierta a denuncias y tormentos. [...] No escriba más que ficción. El resto solo le traerá problemas.»

En 'El libro de los Baltimore' (2015), Dicker rescata a Marcus Goldman, protagonista de su novela anterior 'La verdad sobre el caso Harry Quebert' (2012).

8. El amor debe ser lo que lo mueva todo. Aunque para otros no lo sea.

«En esta sociedad, Marcus, los hombres a los que más admiramos son los que ponen en pie rascacielos, puentes e imperios. Pero en realidad, los más nobles y admirables son aquellos capaces de poner en pie el amor. Porque es la mayor y la más difícil de las empresas.»

9. Una palabra puede ser lo único por lo que recuerden a un escritor. U-N-A-S-O-L-A-P-A-L-A-B-R-A. Así que escógelas bien.

«Cojamos una palabra al azar: gaviota. La gente empezará a decir cuando hable de usted: “Ya sabes, Goldman, el tipo de las gaviotas". Y después, llegará un momento en que, al ver gaviotas, la gente empezará a pensar en usted. Se fijarán en esos estridentes pájaros y se dirán: “Me pregunto qué es lo que Goldman ha podido ver en ellos”. Y después empezarán a asimilar gaviotas y Goldman. Y cada vez que vean gaviotas, pensarán en su libro y en toda su obra. Ya no verán esos pájaros de la misma forma. Solo en ese instante estará usted escribiendo algo. Las palabras son de todos hasta que uno demuestra que es capaz de apropiarse de ellas. Eso es lo que define a un escritor. [...] Se trata de tener relación con la gente.»

«Las palabras son de todos hasta que uno demuestra que es capaz de apropiarse de ellas. Eso es lo que define a un escritor.»

Harry Quebert, personaje de
'La verdad sobre el caso Harry Quebert'

El último lanzamiento de Joël Dicker, 'La desaparición de Stéphanie Mailer' (2018), un thriller colosal repleto de personajes y tramas en diferentes espacios temporales.

10. Lo del efecto WOW al final del libro debe ser tan básico como lo del consejo del primer capítulo.

«Cuando llegue al final del libro ofrezca a sus lectores un giro argumental de último minuto. [...] Hay que tener al lector en vilo hasta el último momento. Es como cuando juega a las cartas: debe guardar algunos triunfos para el final.»

11. Y sobre todo, recuerda que ser escritor no depende solo de uno mismo.

«Escribir libros no es nada: todo el mundo sabe escribir, pero no todo el mundo es escritor.

- ¿Y cómo sabe uno que es escritor, Harry?

- Nadie sabe que es escritor. Son los demás los que se lo dicen.»

A la que cojas un libro de Joël Dicker, prepárate para ausentarte del mundo durante el día o días siguientes. Descubre todas las obras adictivas del autor aquí.

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