Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Content
Esta familia tuvo que vérselas en esa rocambolesca situación...
Playground community
07 Junio 2018 20:55
La familia Keller jamás pensó que recibiría una visita tan particular en Nochebuena. Después de acostar a sus tres niños —que estaban impacientes por que amaneciera para abrir los regalos de Papá Noel—, Casey y Marla escucharon un extraño sonido en el salón y bajaron, inmediatamente, asustados.
Algo había ocurrido detrás del árbol de Navidad. Algo había impactado la ventana del sótano y había roto los vidrios, pero no se podía ver qué era. Empezaron a sospechar de qué podría tratarse cuando oyeron el sonido de cascos de animal, pero seguían sin ver nada.
Casey empezó a buscar por todos lados y se acercó a la puerta de la habitación. Su mujer cuenta que él abrió la puerta, pero la cerró inmediatamente y empezó a gritar. Se trataba de un ciervo macho. ¿Un reno de Papá Noel había irrumpido en el hogar?
La pareja hizo lo más sensato que se podría hacer en estos casos: cerrar la puerta y llamar a la División de Recursos de Vida Silvestre de su condado en Salt Lake City, Utah.
Siendo la fecha que era, los funcionarios tardaron en llegar. Entretanto, el animal de más de metro y medio estaba instalado en la habitación principal, curioseando a su alrededor. Durante un poco más de dos horas, la familia tomó turnos para vigilar al ciervo y retratarse con él a distancia.
Marla, que estaba embarazada entonces, cuenta que sentía temor de entrar en trabajo de parto debido a la excitación del momento, pero también estaba preocupada por los regalos que tenía guardados en ese dormitorio y que daría a los niños al día siguiente. Sin embargo, el ciervo se portó a la altura y fuera de algunos pisotones, no dañó ningún presente.
Casey, por su parte, no ocultaba su excitación ante la increíble situación, pero temía represalias por parte del ciervo, que miraba fijamente una foto de él sosteniendo a otro ciervo por las astas.
Alrededor de las cinco de la mañana, llegaron los funcionarios. Para poder sacar al animal, que siempre estuvo calmado pero podría tornarse agresivo, tuvieron que ponerlo a dormir. Muchas personas cuestionan la decisión en las redes sociales, pero los animales salvajes son impredecibles y no se podía tomar el riesgo en ese entorno.
Afortunadamente, la inesperada visita no dejó grandes daños materiales y la familia recordará para siempre cuando, aquel invierno, un ciervo cayó por el sótano hasta el salón y pasó la noche en la habitación junto a los regalos de los niños.
share