Los pollitos nacieron en un museo, no conocerán nunca a su madre y ahora solo son un objeto artístico
“Nació solo en un museo, nunca conocerá a su madre y se considera un mero objeto de una performance ‘artística’”, declaró PETA en su comunicado oficial después del nacimiento del primero de los nueve pollitos. “El uso de huevos de gallina (y pollitos) en esta performance permite el sufrimiento de seres sintientes que no escogieron su participación”.
Así mostraba la ONG en una carta abierta su desacuerdo con la performance “Oeuf”, del artista francés Abraham Poincheval, que ha tenido lugar a lo largo de tres semanas en el museo Palais de Tokyo en París. Cuando se anunció sus intenciones muchos expertos animalistas aseguraron que fracasaría en su intento y mataría a los 9 pollitos. Afortunadamente, están todos vivos.
“La PETA (cuyo lema es en parte que ‘los animales no son nuestros para usarlos como entretenimiento’) quiere hacer notar que los pollitos y los pollos son seres sintientes, capaces de sufrir y sentir miedo tal y como nosotros, y que los animales no pertenecen a salas de exposición de arte”.
Para su “primer trabajo con lo vivo”, el artista de 44 años se ha encerrado dentro de una caja de plástico transparente, donde ha dormido muy poco, pasando la mayor parte del tiempos sobre una silla a modo de “mesa de incubación, con un sistema para poner los huevos”.
“Ha estado muy duro para él, mucho más duro que cuando estuvo encerrado dentro de una roca de doce toneladas”, dijo un portavoz del Palais de Tokyo, recordando que el artista tan sólo tenía 30 minutos libres cada día para no interrumpir la incubación.
El esfuerzo ha sido recompensado con el nacimiento de un primer pollito y después eclosionaron los 8 restantes. “Los pollitos se quedarán con Abraham en la vitrina durante 72 horas más” antes de trasladarlos a la granja de Christian, el padre del artista y afirma para AFP que en su granja ya les ha construído un gallinero delux y "que nunca serán objeto de ningún banquete".
Y añadió que: “Ha habido un contacto mucho más directo con el público, porque de costumbre estoy a solas con el objeto. Es una novedad”.
No es la primera vez que el artista hace una performance con animales. Poincheval pasó 13 días dentro de un oso disecado y ya recibió fuertes críticas.
