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Artículo "Correr me sirvió para salir del espiral depresivo tras una ruptura amorosa" Life

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"Correr me sirvió para salir del espiral depresivo tras una ruptura amorosa"

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La receta del gurú del running mexicano: "Más running y menos Prozac. Correr como droga legal"

claudio moreno

23 Octubre 2017 16:02

El último corredor en llegar a meta en la Maratón de México se encontró con que, a falta de seis kilómetros, un espontáneo con mochila y diadema de teleoperador interrumpió su paso vociferando: “¿Lo vas a acabar? Hay una medalla allí esperándote. ¡Dale cabrón, y dale con todo!”.


La arenga quedó grabada en un vídeo-selfie memorable y #dalecabrón es hoy la coletilla viral de Édgar García alias Korridori, un prescriptor de running mexicano crecido al calor de otros deportistas con discurso de autoayuda tipo Valentí Sanjuan, Josef Ajram o Chema Martínez. Korridori comparte con ellos el hecho de haberse convertido en anuncios de sí mismos; pero a la vez tiene, en la raíz de su afición por la carrera, una espina que le separa de los otros tres.

Algunos empiezan a correr para dejar la mala vida nocturna. Édgar acabó en el running huyendo de la depresión: “Correr me sirvió como terapia para salir de una espiral de depresión producto de un rompimiento amoroso”. Según cuenta, su caso ratifica la relación ampliamente documentada entre deporte y desahogo. Teóricamente el ejercicio libera una hormona llamada serotonina y encargada de regular los desvaríos propios del estado de ánimo; cuando el ánimo flaquea falta serotonina y el deporte, como los antidepresivos, ayudan a desbloquearla.

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Contra la depresión: ‘más running y menos Prozac’. La receta acabó generando la misma adicción que cualquier otra droga legal; Korridori cerró 2014 con 10 medias y 3 maratones en las piernas. “Me di cuenta de que estaba corriendo en exceso sólo para distraerme de un problema personal que no quería afrontar”.


Estaba corriendo en exceso para distraerme de un problema personal que no quería afrontar



Hoy rechaza cualquier adicción –"esa palabra significa afición desmesurada por algo y no entra en mi vocabulario"–  y tras localizar el exceso, pese a que aprendió a racionar la dosis, Édgar sigue calzándose las deportivas cada mañana a las 6. Lo hace en parte inspirado por otro evento desgraciado de su biografía: “Mi madre murió de cáncer en mayo del 2015. Antes de correr el maratón de Boston me dijo que esperaría y sería fuerte para ver mi medalla; así me lo cumplió, la vio y a los pocos días falleció. Siempre que corro sé que ella está disfrutando y eso me motiva”.

Al contar su historia saca a colación los paralelismos con la vida y obra de Valentí Sanjuan, su gran referente. El youtuber de ultradistancia contó en uno de sus vídeos que correr por el puente de Brooklyn le recordaba a su madre fallecida, porque fue lo primero que hizo al aterrizar en Nueva York tres meses después de enterrarla.



No me considero un adicto al running




 De este modo, Korridori y Valentí entreveran la experiencias vitales en las deportivas y construyen para su causa (empresa) personajes alejados del estereotipo de atleta unidimensional. El mexicano no aspira a romper cronómetros, sino a que empatices con su lucha por conquistar una marca mediocre para un profesional –3:06 en maratón– y te emociones cuando lo consiga.

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Después seguirás su recuperación en las redes. Sufrirás por él. Le escribirás pidiendo consejo, te asesorará previo pago y sólo entonces habrá acabado su auténtica maratón. Korridori surfea la ola del running con un datáfono en el bolsillo: “En México está habiendo un boom impresionante con hasta 5 carreras cada fin de semana dirigidas a diversos grupos socioeconómicos. Junto al crecimiento hay una gran necesidad de recibir información de valor, y eso fue lo que me llevó a emprender mi proyecto”.  

Correr le sacó de la depresión, ahora le da de comer con campañas como la de #dalecabrón. “Sácalo todo, no te quedes nada” gritaba después de invadir el circuito y recorrer algunos metros junto a un hombre agotadísimo, al borde de la extenuación. ¿Es esa la información de valor? ¿Pedir más a un atleta exánime?




El sedentarismo en México provoca muchas enfermedades, prefiero ver a la gente corriendo que en una cola de hospital



El boom atrae a gente que no tiene preparación o capacidad necesaria para recorrer distancias largas sin exponerse al colapso cardiorespiratorio; por eso, algunos criticaron la verborrea ‘no limits’ de Korridori aseverando que forzar el cuerpo durante 6 horas seguidas –tiempo del farolillo rojo en la maratón– puede concluir en tragedia.

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Édgar no les quita la razón: “Puede ser que exista ese riesgo; si bien siempre tenemos que superarnos, el corredor debe medir su capacidad y apoyarse en pruebas médicas que avalen su condición física. Aún así, en México hay muchísimas enfermedades causadas por el sedentarismo y prefiero ver a esa gente disfrutando del running que en una cola de hospital”.

El sedentarismo del que habla es un factor de riesgo compartido por la obesidad y la depresión; Korridori lo combate con una droga exógena que alivia pero engancha, una droga cuya falta de consumo desemboca en síndrome de abstinencia. En ese punto, ¿cómo se sale del running? De la misma manera que se sale del Prozac: finiquitando los traumas.

“Yo he logrado que este deporte sea parte de mi vida, más no mi vida. He aprendido que, más allá de la dedicación, el running hay que practicarlo por deseo y no por necesidad; porque si corro por lo segundo sé que algo en mi vida va mal y estoy intentando forzar mi cuerpo para escapar de la realidad”.


El running hay que practicarlo por deseo, no por necesidad






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