El instinto maternal es un vínculo inexplicable entre la madre y su hijo, es un sentimiento protector que no se limita solo a los humanos. Los animales también lo tienen, solo así se garantiza la supervivencia de la especie. Para muestra, este adorable vídeo de una perra que rescata a sus cachorros de morir ahogados bajo la lluvia y los mueve hasta un lugar seco y seguro.
Para que un niño o un cachorro puedan desarrollarse y convertirse en adultos, necesitan de una madre que los proteja, los alimente y les enseñe a valerse por sí solos. En ese proceso, el impulso de las hembras puede ser sorprendente, hacen cualquier cosa para salvar a sus pequeños. Incluso, una perra puede desconfiar de sus amos y atacarles si siente alguna amenaza hacia sus cachorros.
En este caso, la hembra recién parida no contaba con el aguacero. El lugar donde amparaba a sus cachorros, que por lo general es el nido donde los parió, comenzó a llenarse de agua y su instinto la hizo reaccionar. Llevó uno por uno, en su hocico y sorteando charcos, a cada uno de sus bebés hasta un sitio bajo techo donde lamerlos y así transmitirles seguridad y mantenerlos secos.
Las perras, como las mujeres que son madres, aprenden a identificar los sonidos de sus crías y a reconocer a través de ellos las necesidades que deben satisfacerles. Ellas también amamantan a sus pequeños y les destetan cuando las criaturas están listas para comer otros alimentos porque ya les han salido los dientes. Esto ocurre en torno a los dos meses de edad.
Poco a poco, las perras también alejan a sus perritos para que aprendan a desenvolverse por sí mismos en el entorno. Desde que nacen hasta que esto pasa, pasan unos cuatro meses, en los que se recomienda no retirarle todos los cachorros de una vez porque ellas también experimentan tristeza y cambios hormonales importantes cuando se quedan solas.
Si lo pensamos bien, las madres caninas han dedicado meses a la gestación, alumbramiento, cuidado y protección de sus crías, se han entregado a ellos, ignorando todo lo demás. Muy parecido a una mujer cuando da a luz, esos meses son cruciales para desarrollar el nexo con su bebé.
El instinto maternal es tan fuerte en las perras que muchas de ellas, siendo jóvenes, experimentan embarazos psicológicos, presentan síntomas físicos y se apegan a un objeto, que suele ser un muñeco de felpa, y le protegen y cuidan como si fuera su bebé. Otras, que han sido madres antes o que han perdido a sus crías, han adoptado a cachorros huérfanos, incluso, a los de otras especies. Lo mismo ha pasado con perros que cuidan a los bebés de sus amos como propios. El impulso protector no distingue, siempre será un fuerte protegiendo a un débil.
