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¿Quién decía que los camellos no sabían nadar?
Playground community
02 Mayo 2018 18:51
De los camellos seguro que sabes cosas como que pululan por el desierto, que en un día pueden beber hasta 200 litros de agua, aguantando después varios días sin volver a probarla, o incluso que sus jorobas están llenas de grasa. Pero lo que seguro que no sabías es que además son capaces de nadar, como se prueba en este vídeo grabado en Omán, a pesar del mito que dice justo lo contrario.
En el clip vemos a tres camellos nadando, con una habilidad más que aparente, en medio del océano, y acompañados de varias lanchas. Al parecer sus dueños los habían llevado desde sus granjas a la playa de Al Suwayh, cerca de la ciudad de Jalan Bani Buali, con el fin de entrenarlos y hacer que mejoren su condición física, según confirmó Hamed Al Junaibi, una de las personas que aparece en el vídeo. De esta forma, podrán competir óptimamente en carreras de camellos, una actividad muy común en la zona.
Salleh Al Jafari, un local del pueblo de Al Ashkharah, comentó además que los camellos están muy acostumbrados al nado, y que muchas veces cruzan por sí solos distancias que pueden alcanzar hasta los 10 kilómetros, como la que separa el puerto de Shannah de la isla de Masirah.
"Los dueños de los camellos saben que estos animales, y sobre todo los machos, salen a nadar muchas veces en busca de comida o para aparearse, cuando huelen la presencia de alguna hembra en los alrededores", añadió Al Jafari.
Las carreras de camellos son una práctica muy habitual en lugares como Arabia Saudí, Bahréin, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y, sorprendentemente, Australia. Al igual que en otras carreras de animales más conocidas, como galgos o caballos, existe un negocio multimillonario de apuestas, lo que hace que sea una gran atracción turística.
En estas carreras, el ganador puede llevarse un premio que a veces ronda los 2 millones de dólares, y los mejores camellos pueden llegar a venderse por cantidades estratosféricas: recientemente se llevó a cabo la venta de uno de estos camélidos por la cifra de 35 millones de Dirham, unos 9,5 millones de dólares.
A pesar de lo ancestral de esta práctica, la tecnología está poco a poco adentrándose en el mundo de las carreras de camellos. Desde que en 2002 se prohibió que los niños condujesen camellos (algo que se hacía con los camellos más jóvenes, con el fin de ir adaptándolos a llevar humanos), ahora es muy habitual el uso de pequeños robots en vez de personas para preparar a los mamíferos.
Estos robots pesan alrededor de 4 kilos y van equipados con un walkie-talkie desde el cual el dueño va dando órdenes al animal, y una pequeña fusta automática que funciona mediante control remoto.
¿Un divertido deporte o una absoluta explotación de los camellos?
Cada uno puede emitir su propio juicio. Lo que parece claro es que mientras siga habiendo tanto dinero de por medio, estas carreras seguirán siendo toda una atracción —y un negocio— para muchos.
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