La embarcación de juguete lleva casi un año navegando por mares y océanos. Hace pocos días tocó tierra en Guyana y se dirige a Bahamas
Algunos afirman que crecer consiste en ir dejando atrás sueños y metas aparentemente impracticables y madurar. En la Literatura, los Peter Pan y las Alicias —e incluso los traviesos como Guillermo Brown o los osados como Harry Potter— consiguen doblar la mano del destino y recorrer senderos menos trillados que no conllevan el abandono de proyectos vitales.
Los pequeños hermanos escoceses Harry y Ollie Ferguson, de 5 y 8 años, creen firmemente que la Aventura es un derecho incesante. Por lo menos hasta que completen su planificada lista de 500 pequeñas-pero-muy-grandes-aventuras. Han llamado a esta hazaña en progreso, a este plan para cumplimentar cada una de estas gestas, “The Days Are Just Packed” (frase inspirada por un cómic de Calvin & Hobbes, algo así como “Los días están repletos de cosas que hacer”, en traducción libre). Y poco a poco, con la ayuda de personas —empezando por sus padres—, entidades y empresas de diversas partes del mundo, las van alcanzando.
De entre las más célebres, fijémonos en el recorrido que su barco pirata de Playmóbil (con un leve tuneo) ha llevado y continúa llevando a cabo. Los hermanos lo echaron al Mar del Norte desde Peterhead, en Escocia, y surcó hasta Dinamarca. Después, Suecia y Noruega. Y asombrémonos porque ahora consta que está en América del Sur. Hace pocos días tocó tierra en Guyana y se dirige a las Bahamas.
Y decimos consta porque la nave —que ya lleva casi un año surcando los mares— tiene consigo un pequeño GPS con el que los niños tienen actualizaciones de las zonas a las que el barco va alcanzando.
La fama adquirida por esta aventura de la lista de 500 se basa, sin duda, en que está implicando al azar a distintas personas de diferentes nacionalidades y opuestos lugares de nuestro globo terráqueo… aunque, en este caso, más correcto sería decir “globo acuático”. Porque hay que decir que gracias a la buena voluntad de algunos habitantes de todos esos lugares que hemos mencionado, cada vez que el barco pirata atracaba (o encallaba), era puesto a punto de nuevo y lanzado a una nueva singladura.
Los hermanos Ferguson —siempre ayudados por sus padres McNeill y Vicki— ya han hecho varias de las aventuras “fáciles” de entre su lista de 500: trepar a un árbol, tallar calabazas, ver delfines… e ir a prisión. Nada grave, ya que siguen libres. Pero aún tienen 270 aventuras por delante, entre ellas, fundar una tradición familiar, construir un iglú o rodar una película. Leeremos más acerca de ellos. Seguro.