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Life
Michelle decidió compartir su papada con el mundo. Y el mundo le ha devuelto miles de papadas como respuesta
17 Octubre 2017 00:57
Las cuentas humorísticas en Instagram alivian un poco la tensión de la red. Entre tanta gente sacrificando su privacidad a cambio de ‘likes’, entre la belleza y la autoconsciencia, en medio de ese derroche de felicidad; de repente encontramos a alguien haciendo el payaso sin temor al ridículo y nos recuerda que la risa no siempre se finge.
Michelle Liu maneja una de esas cuentas. La norteamericana de 21 años ha inventado una manera muy particular de documentar sus viajes alrededor del mundo, consistente en ponerse entre monumento y objetivo con la mejor de sus papadas. Lo llama chinning –de chin, barbilla en inglés– y cuenta con más de 20.000 adeptos en la red.
Así explica su proyecto a la web Mic: “El chinning entretuvo a mis amigos a lo largo de la primaria, la secundaria y la universidad, así que ahora he decidido compartir mi papada con el mundo”. Y el mundo ahora le devuelve ese regalo con miles de nuevas papadas.
Lis abrió la cuenta en 2016 al comprender que podía “parecer tonta” y sentirse cómoda dentro de esa piel. Como la mayoría, ella también sintió la presión de mostrar su mejor perfil en las redes, pero aquel sentimiento quedó enterrado en la etapa de instituto; desde entonces no ha parado de viajar y subir sus famosos selfies de doble barbilla.
Desde entonces, el fenómeno del "chinning" no ha parado de crecer:
“La gente siempre se da cuenta de que estoy papadeando. Algunos se sorprenden, otros parecen sorprendidos, pero en general, según mi experiencia, todos me miran entretenidos”, cuenta.
Liu no conoce el límite de su cruzada contra el postureo, aunque lo intuye cerca: “Me gustaría ser famosa en la universidad”. No mucho más. Quizás ya lo sea, tal vez sus compañeros ya aplasten la barbilla contra el pecho cada vez que se sacan una foto para Instagram.
Lo cierto es que en la red ya la llaman “heroína” y hay quien incluso la considera una “inspiración”. Ella sigue a lo suyo: dando su mejor papada a las tristezas del mundo.
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