Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Lit
Y añade que "el independentismo ñi-ñi-ñí"
16 Noviembre 2017 11:06
Otra vez. Otra vez tenemos que hablar del cruce entre literatura y política, aunque como casi siempre que tal hibridación toma dimensión pública, no lo hacemos para congratularnos de que la primera matice la segunda. No, no es para felicitarnos de que la grosería partidista se someta al espíritu de complejidad de la novela, sino para hablar de Mario Vargas Llosa desbarrando sobre populismo.
El qué. Mario Vargas Llosa aprovechó la presentación del libro que edita su hijo, Álvaro Vargas Llosa, para hablar de populismo. Y aprovechó la palabra "populismo" para hablar de todo aquello que no le gusta: Catalunya, Trump, el Brexit, Venezuela. Dijo que el populismo era una enfermedad, peor que el comunismo, extremadamente peligroso, una ficción nefasta, una pasión grotesca. Y contra el independentismo catalán no fue menos enfático: movimiento absurdo y enloquecido, la irracionalidad del procés debería advertirnos de los peligros contra los cuales ninguna democracia está vacunada.
Esta vez, ¿dónde? Que el escritor divague sobre populismo no sería noticia si no lo hiciera desde una importante palestra: el Cato Institute de Washington, un think tank libertario. Su charla, titulada The Challenge of populism, servía como acto de presentación del libro El estallido del populismo y contó con la participación de la editora Gabriela Calderón, además de la de su hijo.
Cuándo. Siempre. Vargas Llosa está hablando siempre de populismo, de nacionalismo, del peligro de la xenofobia independentista, de la amenaza de Podemos. En manifiestos, en manifestaciones, en artículos. Esta vez fue una conferencia, que se celebró ayer de seis a siete de la tarde.
Pero quién. Está claro que en estos casos quien habla no es el premio Nobel de literatura. Es decir: no es el escritor capaz de retratar las sutilezas del alma humana, la persona que imaginó la arquitectura magnífica de Conversación en la catedral, el sátiro de la La tía Julia y el escribidor. No es alguien que quiera recrearse en las ambigüedades, profundizar en las dudas, abrir la puerta a la perplejidad. Por el contrario, habla un hombre que busca ganar, que busca venganza o que, simplemente, busca tener razón. Habla Mario Vargas Llosa, intelectual de derechas y azote del nacionalismo.
¿Por qué? Tampoco nosotros lo sabemos.
share