Se puede cavilar mucho sobre los límites del altruismo y la solidaridad entre humanos. Se puede incluso poner en duda su existencia en un sentido profundo, tal como han sugerido científicos como Hamilton, Price o Dawkins en sus trabajos. Pero luego ves escenas como esta y piensas: existe, la solidaridad existe, existe como impulso natural dentro de nosotros, otra cosa es que la sociedad a menudo acabe corrompiendo ese impulso.
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En los últimos tiempos hemos sido testigos de numerosas escenas virales que ponían esa idea en entredicho. Quizás el mejor ejemplo sea este vídeo grabado por cámaras de seguridad que recoge el atropello de una joven a la que nadie ayuda. La atropellan una vez, y luego otra. Los transeúntes y los conductores que presencian la escena ni se inmutan. Nadie acude a socorrer a la víctima. ¿Qué está pasando para que una sociedad reaccione con esa brutal indiferencia y frialdad ante la desgracia, el dolor o el peligro ajeno?, se preguntaban muchos al hilo de aquellas imágenes.
Bueno, aquí hay un contrapunto.
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Las imágenes de este vídeo realmente impresionan. Podemos ver un día de lluvia en el que vehículos de todo tipo circulan por una carretera. De repente, un coche enviste de manera extraña a un autobús que acaba precipitándose al río. Al momento pensamos que ha sucedido lo peor.
Sin embargo, a la izquierda de nuestra imagen hay un vehículo aparcado. Vemos que una pesona se baja y atraviesa corriendo la carretera. Instantes después vuelve a su vehículo. Se sienta y comienza a maniobrar. Entonces vemos que se trata de una gran grúa.
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En un primer momento puede parecer que el hombre va a intentar remolcar el autobús fuera del agua, pero no. No hay tiempo para eso. Nuestro héroe anónimo usa el brazo de su grúa para rescatar, uno por uno, a los pasajeros que han caído al agua. Aunque no lo vemos en las imágenes, sabemos que lo consigue..
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