La necesidad, la creatividad y la imprudencia son perfectas compañeras de viaje. Sobre todo si debes desplazarte pero no tienes o no puedes permitirte ningún tipo de transporte convencional.
O si no que se lo pregunten a este sudafricano que iba “conduciendo” un carrito de la compra a 60 kilometros por hora por una carretera de Umgeni Park, un área residencial al norte de Durban, en la provincia de KwaZulu-Natal.
El responsable de la filmación, un tal Terry Lewis, no daba crédito a lo que veían sus ojos un miércoles a la hora de comer: “No pareció importarle que me situase detrás de él. Se dedicó a mirar hacia atrás para comprobar cuánto de cerca estaba, y le perdí la pista al acercarnos al semáforo”.
Lewis grabó las imágenes con la cámara que tiene en su salpicadero y luego subió el vídeo a Facebook. Aunque lleva muchos años viviendo en dicha calle y de adolescente solía bajar la calle en skate, es la primera vez que se encuentra a alguien “surfeando en un carrito de la compra”.
Vosotros puede que también os estéis preguntando... ¿cómo consiguió girar en las curvas o frenar el “vehículo” en los semáforos?
Los controvertidos carritos de la compra
Aunque conducir por la carretera con un carrito de la compra es una acción extremadamente peligrosa, queda confirmado que el protagonista de este vídeo no experimentó ningún percance. Sin embargo, su caso es una excepción. En internet se pueden encontrar varios vídeos de personas montadas en carritos de la compra que acaban, como poco, malheridos. Algunos incluso han llegado a perder la vida.
Pero es que los carritos de la compra ya eran peligrosos en el pasado. Un estudio neozelandés desveló hace un par de décadas la alta incidencia de accidentes de niños relacionados con los carritos de la compra. Según el estudio, el 90% de los incidentes eran resultado de una caída desde el carrito, la mayoría de las veces de boca. Por eso, a partir del nuevo milenio, se estableció un modelo de carrito de la compra que incluye asientos infantiles, y en algunos casos incluso cinturones para los más pequeños.
La controversia alrededor de los carritos de la compra no acaba ahí. Hace un par de meses se acusó de sexismo a los carritos de la compra de los supermercados ingleses Tesco. El problema no está en el carrito en sí, sino en las pegatinas de seguridad del manillar que siguen presentando a mujeres con niños como los únicos usuarios de los carritos de la compra.
Y es que estos carritos son extremadamente versátiles, ya que incluso se pueden usar incluso para protestar por el uso excesivo del plástico o para ir a la moda con un diseño exclusivo.
