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Más limpios y más cívicos que muchos humanos
Playground community
23 Mayo 2018 09:14
A pesar de las campañas sobre dónde y cómo depositar la basura correctamente, muchas personas hacen caso omiso y siguen dejando sus desperdicios donde mejor les parece, lejos del cubo. Así que, estos periquitos recogiendo la basura y echándola en el contenedor le da lecciones de educación y civismo a muchos.
Los dos ejemplares del vídeo recogen hasta la última bolita de papel y la echan dentro de un recipiente identificado como “cubo de basura”. Evidentemente, alguien los ha amaestrado para que así lo hagan.
Los periquitos son muy inteligentes y sociables; son parte de la familia de los psitácidos, al igual que los loros. Estos últimos tienen fama de ser más inteligentes aún que los monos.
Para lograr que estos simpáticos y coloridos pajaritos hagan este y otros trucos, es fundamental tomar en cuenta varios aspectos. Primero lo primero: asegúrate de que tu nuevo compañerito no proceda del contrabando animal y que las condiciones que lo han llevado hasta ti sean producto del trato justo. En España ya existe la Federación Española de Protección Animal donde pueden orientarte si tienes alguna duda al respecto.
La etapa más oportuna para comenzar a educar a estas aves es durante sus primeros meses de vida. Ten en cuenta que los periquitos salvajes están acostumbrados a convivir en grandes bandadas, por lo que sus descendientes también son proclives a necesitar compañía, así que es recomendable que no elijas solo uno, sino dos. Lo siguiente es asegurarte de ubicar su jaula donde no pegue ni la luz del sol directamente ni la brisa, pero que sea un lugar iluminado y fresco.
Los especialistas recomiendan no dejar abierta la jaula por error porque podrían escapar y eso, por contraintuitivo que parezca, pondría en peligro su supervivencia. Podría accidentarse, golpearse con algún objeto, o tener problemas porque no saben desenvolverse en libertad y procurarse por sí mismos el alimento. También es importante que le des el tiempo de familiarizarse con su nuevo entorno, que te vea a ti y al resto de los habitantes del hogar constantemente para que no tema.
Cuando están pequeños, son como los recién nacidos. Están aprendiendo cómo es el mundo, por lo que hablarles en un tono bajo y hacer movimientos controlados cuando se está cerca de ellos es muy aconsejable porque se irritan fácilmente. El resultado, comienzan a volar desorientados por toda su jaula.
Conviene empezar a enseñarles primero a posarse sobre la mano. Para ellos, los expertos recomiendan introducir la mano en la jaula y, durante las primeras veces, no moverla para no asustarlos. También hacerlo con algún alimento para que coman de allí y asocien la presencia de la mano con algo que les gusta. Poco a poco, irán posándose sobre la mano y con cada acción positiva que hagan se les debe ofrecer una recompensa.
El secreto está en insistir y reforzar la conducta positiva. Siempre respetando el ritmo natural del animal, cuidándole y ofreciéndole un entorno seguro para su desarrollo.
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